Ayer, como me suele ocurrir a menudo, no sabía que podíamos comer. Abrí el frigorífico y encontré unas morcillas de cebolla.
Pelé unas patatas que corté en cascos (como para guisar), y las puse en una fuente para horno; corté una cebolla en juliana y la coloque junto a la patatas, añadí sal, removí. La morcilla que pinché por verios sitios, por aquello de que no reviente, chorrito aceite de oliva y al horno.
Estuvieron mas o menos una hora a 180 grados, pero como ya se sabe según el tipo de patata y el horno que tengamos cada uno, pues es mejor hacerlo un poco a ojo.
Una vez fuera del horno, corte las morcillas y las mezclé con las patatas.
Este fue el resultado.
Realmente ricas¡¡¡
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viernes, 9 de octubre de 2009
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2 comentarios:
Pues para no saber que hacer para comer hiciste un plato buenísimo!
PTNTS
Dolça
Gracias Dolça por pasarte por mi blog y por tu comentario.
Acabo de dar un paseo por el tuyoy tienes recetas fantásticas.
Te seguiré
Un beso
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