8 muslos de pollo
1 bote de tomate entero
1 sobrecito de espacias Ariosto
1 bote de cerveza con alcohol
3 patatas medianas
aceite
sal
En una cazuela con un poco de aceite he dorado los muslos de pollo. Aunque me gusta quitarle la piel, en esta ocasión quería que me quedaran bien doraditos y se la he dejado. Añado los tomates enteros, escurrido el caldo y lo he dejado unos diez minutos para que el tomate se hiciera un poco, rompiéndolo con una espumadera.
Añado el bote de cerveza y las especias y lo dejo hervir otros diez minutos. Pongo un poco de sal. Añado las patatas en cuadrados grandecitos y lo dejo a fuego muy lento hasta que las patatas están tiernitas y la salsita reducida.
Hubo apuestas en la mesa para averiguar las especias que contenía el sobrecito. Solo hubo una que no acertaron.... la salvia. Esta era la que le daba ese toque especial.
¡¡¡Buen provecho!!!